La entidad reconoce que «tenemos algún "ilustre" que llama por teléfono para que no lleguen los concursos» - «Hay promotores vendiendo por debajo de costes para tener liquidez», dice el grupo
El banco de inversión es el primer grupo que atestigua la existencia de camuflaje en el sector inmobiliario español.
Morgan Stanley puso ayer negro sobre blanco lo que hasta el momento sólo había sido un secreto a voces. Tras las elecciones del 9 de marzo, y una vez desaparecido el dique de contención que actualmente ejerce el Gobierno, habrá un aluvión de suspensiones de pago entre las inmobiliarias españolas.
Las palabras de Javier Martínez de Olcoz, director ejecutivo de la firma norteamericana, durante un coloquio en ESADE sobre el futuro del sector, no dejan lugar a dudas: «tenemos un «ilustre» que llama por teléfono para que no lleguen los concursos, pero después del 9 de marzo las cosas van a cambiar».
La situación de mercado inmobiliario es, en opinión de los cuatro expertos que se reunieron ayer -el citado Martínez de Olcoz de Morgan Stanley, Juan Barba, principal del fondo Doughty Handson, Ismael Clemente, director del fondo RREEF Europe y Salvador Grané, presidente el Club Inmobiliario ESADE Alumni y director de desarrollo corporativo de Afirma-, más delicada de lo que se está dejando ver. «Determinados promotores están vendiendo por debajo de sus costes para conseguir liquidez». De hecho, todos ellos coinciden en que «es cuestión de tiempo que la mayoría de estos profesionales quiebren; es más, seguro que alguno gordo va a caer después de las elecciones».
La delicada situación del sector se ha traducido en un círculo vicioso agravado por el sector financiero nacional, «una parte importante del problema». A la ligereza con la que han sido concedidos algunos de los créditos a promotores, que dispararían de manera incontrolada la morosidad de darse una epidemia de concursos en el sector, se añaden ahora las dificultades de financiación de cajas y bancos en los mercados internacionales, lo que retroalimenta el proceso al cortar en seco la financiación al negocio «Actualmente, el mundo extranjero no compra ningún papel garantizado por cajas de ahorros o bancos españoles», asegura Barba.
El desempleo será otra de las variables que amenaza con alimentar la espiral. «El 10% del empleo español está en la promoción», asegura Martínez de Olcoz, lo que pone en la cuerda floja el sustento de cerca de dos millones de españoles, con el consecuente parón en el consumo. En este sentido, los expertos de ESADE aseguran no haber detectado estos efectos aún en la economía, pero coinciden en que el agotamiento llegará. «No sé cómo estará España dentro de cinco años, pero casi seguro que peor que ahora... las expectativas de crecimiento no son buenas», explicó Clemente.
El concurso, una vía de escape
La figura del concurso de acreedores - el equivalente actual de la suspensión de pagos- puede ser una salida para muchos promotores que se encuentran con el agua al cuello. «Con un concurso, si lo aprueban, puedes conseguir una quita con los acreedores de hasta un 50% y una espera de hasta 5 años. Los acreedores que tienen una garantía hipotecaria no tienen porque someterse a la quita y a la espera pero no pueden ir al juzgado a comenzar el porceso antes de un año», explica Fernando González, director de IURE Abogados.
Sin embargo, la salida por la que están optando muchas inmobiliarias, el vuelco hacia el patrimonio, no convenció a ninguno de los expertos. «Esos giros necesitan muchos fondos propios y ahora mismo hay un problema de liquidez», explicaron los expertos, que consideran que esta «nueva moda» es una técnica de comunicación para convencer de la solidez del negocio.
Por su parte, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso Eduardo Zaplana, lanzó también un dardo al Gobierno y le acusó de tener un especial interés en evitar que varias crisis en empresas del sector afloren antes de la cita electoral.
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