jueves, 18 de diciembre de 2008

España, la nueva casa de pobres de Europa

El periódico alemán "Welt", uno de los diarios de referencia del país, publicaba este fin de semana y destacaba en la portada de su edición digital que los propios ciudadanos españoles tienen que volver a recoger aceitunas en los campos, dada la elevada tasa de paro del país. Apuntan que sólo en la región de Jaén hay más de 44.000 parados y que miles de africanos en situación irregular no tienen ninguna oportunidad de ganarse el sustento: "ahora son los españoles los que vuelven a los empleos del campo, los mismos que antes evitaban". Aseguran que en Jaén, la administración está repartiendo panfletos informativos en árabe y francés en los que se aconseja a los inmigrantes africanos buscar trabajo en otras regiones vecinas. Para colaborar les pagan el billete de autobús.

Ya a principios de noviembre, la prensa Alemana se hacía eco de la pésima situación económica que atraviesa España. El mismo periódico nos sorprendía con un titular impactante: "España, el nuevo hospicio de Europa". En el artículo se reflexionaba sobre la pobreza en Europa: "pensamos que solo afecta a Bulgaria o Rumanía. Nada más lejos de la realidad..." y continuaba "Durante muchos años, demasiados españoles han vivido en una burbuja. Ahora les amenaza la pobreza masiva". Con pocas líneas y muchos datos describían la situación: "200.000 personas han perdido su empleo en pocos meses mientras la tasa de paro de España se sitúa como la más alta de Europa", "Hay más de 180.000 familias (hipotecadas) cuyo patrimonio está amenazado", "solo en octubre, 6.200 personas al día se han quedado sin trabajo."

Según el periódico alemán, el modelo económico español era inviable: "demasiado tiempo asentados en la construcción y el turismo, en lugar de impulsar la investigación y el desarrollo." Dicen que "el país entero ha vivido en una burbuja, ignorando todos los peligros" y critican el boom de los créditos hipotecarios y la locura de contratarlos a interés variable. Para terminar, nos hacen un apunte inquietante: "El Corte Inglés prevé, por primera vez en su historia, una disminución de sus ventas".

Como el impacto de la crisis en España se está volviendo el centro de atención, esta lectora corresponsal está siendo interrogada a diario por varios alemanes: ¿Es cierto que los españoles financian su coche durante varios años? Sí… ¿Y es verdad que hay gente que paga las vacaciones a plazos? También… ¿Lo de pagar el televisor en seis meses es una leyenda urbana, no? Me temo que no… O los alemanes no nos entienden, o nosotros no entendemos a los alemanes. Lo cierto es que mientras la prensa española no para de informar sobre los efectos de la crisis en la industria automovilística alemana, la germana no deja de contarnos cómo de pobre es España, y que difícil que lo tienen.

Y es que como de costumbre, los problemas del vecino son más importantes que los propios.
- Clara Roglan

miércoles, 10 de diciembre de 2008

La Gran Depresión Ninja

Cuando se habla de cifras de morosidad de hipotecas o de embargos sobre viviendas en EE.UU., hay que tener en cuenta la gran diversidad de criterios históricos y estadísticos que se han utilizado y se utilizan para cuantificar el problema. Por este motivo hay muchos datos que se comparan en el tiempo de forma errónea, dando lugar a conclusiones que nos van a distorsionar la estrategia correcta a seguir.

Hablando de las hipotecas sub-prime y del conflicto crediticio creado en los últimos tiempos, muchos analistas tratan de buscar paralelismos que arrojen algo de luz al negro panorama que tenemos por delante. Por eso es preciso matizar conceptos que a menudo se confunden.

Por ejemplo, en el siguiente gráfico vemos la evolución del coeficiente de morosidad de las hipotecas norteamericanas desde 1979 hasta hoy. Como veremos en él, la falta de pagos actualmente alcanza el 7%, pero debemos tener en cuenta que en plena burbuja inmobiliaria (segundo semestre 2005) era también significativa, cercana al 5%. Por lo tanto, aunque creemos que el techo de dicha cifra está aún lejos y que estamos en plena ascensión, es cuando menos curioso que nos encontremos en niveles "sólo" de un 2% por encima de los buenos tiempos.

Pero aquí podemos ya empezar a matizar: La National Delinquency Survey (NDS) ofrece también estadísticas de las "seriously delinquent mortgages" a 90 días, algo así como las "hipotecas seriamente morosas" (desafortunada definición), o sea las que van previsiblemente de cabeza al embargo y ya no son una simple morosidad temporal y puntual de 30 días. Y dentro de este grupo, aún distinguen entre hipotecas seriamente morosas prime y sub-prime. Mientras que las prime tuvieron un coeficiente de seria morosidad en pleno 2005 del 1,82%, hoy asciende ya hasta el 2,87%, o sea un incremento superior pero aún comparable al aumento del anterior gráfico. En cambio las sub-prime se han disparado hasta un 19,55%. O sea, que si ya se nos complican los ratios en los últimos años, si además intentamos comparar las cifras de las últimas décadas con las de la Great Depression de los años 30 (algo que muchos analistas están haciendo últimamente), los paralelismos que podamos encontrar serán fruto de comparaciones de cifras, clasificaciones y porcentajes muy dispares, tanto que van a derivar en análisis muy engañosos.

Tal y como podremos leer en el The Federal Response to Home Mortgage Distress, en el punto álgido de la depresión, aproximadamente la mitad de los hogares urbanos con hipotecas pendientes estaban en bancarrota. Pero lucharon lo indecible para salvar sus hipotecas y el resultado de embargos se consiguió contener en los niveles que muestra el siguiente gráfico, es decir alcanzando casi los 14 embargos anuales por cada 1.000 hipotecas.

Otro hecho de vital importancia que debemos saber antes de analizar las estadísticas, es que las hipotecas que se solían realizar en la época pre-crack del 29 y durante los siguientes años eran de sólo el 50% del valor del inmueble y de una duración de no más de 5 o 7 años. Por lo tanto los dramas sociales por aquellos hogares que fueron embargados hace casi 80 años, fueron muchísimo más traumáticos que la problemática que se le plantea a un Ninja (no income, no job, no assets) que entrega las llaves a un broker inmobiliario este año o el próximo. No son situaciones comparables.

En aquellos años un embargo supuso la pérdida de toda una vida económica y de esfuerzo por la adquisición de una vivienda. Hoy, en cambio, en muchos casos tan sólo supone haber pagado durante unos pocos años un alquiler algo caro en forma de cuota hipotecaria de diseño. Y muchos pensarán que por lo tanto el sufrimiento social actual va a ser menor, pero nos quedaríamos de nuevo sólo en un análisis muy superficial. El hecho de que el drama social sea menos cruento de momento, no significa necesariamente que la situación económica y financiera sea más leve. Ni mucho menos. Si un moroso tan sólo pierde unos miles de $ (o €) entregados a cuenta en cómodas cuotas, pagadas por una casa que compró sobre el papel a un precio superior a su valor actual, y con una situación laboral asfixiante, va a luchar muchísimo menos por salvar su casa del embargo de lo que lo hicieron los morosos en graves dificultades de los años 30.

Es decir, que lo que a simple vista nos puede parecer una ventaja cualitativa de nuestra situación actual respecto a la que vivieron en la Gran Depresión, es en realidad todo lo contrario. Y vamos a mencionar tan sólo algunos de los agravantes que nos llevan a esta conclusión:

Hoy la situación es de multicrisis y no sólo se están perdiendo cantidades astronómicas de dinero en la bolsa, como ocurrió en el crack del 29.

La burbuja crediticia y el abuso generalizado del crédito nos ha pillado a casi todos con un nivel de endeudamiento y apalancamiento jamás conocido, y no sólo a causa de las hipotecas.

La burbuja inmobiliaria está provocando que el gap entre el precio de compra y el de mercado sea también muchísimo mayor que el de la Gran Depresión.

Todo ello agravado por la absoluta temeridad de las entidades financieras al conceder hipotecas en porcentajes cercanos (o incluso superiores) al 100% de la tasación.

Irresponsabilidad de estas entidades financieras (agravado por los brokers hipotecarios en los EE.UU.) que han inventado hipotecas de diseño para vender más: Carencias de todo tipo con intereses muy variables, amortizaciones negativas (Neg-Am e Interest Only), y un largo y diabólico etc. Y lo que es peor, la mayoría de ellas estallarán en la cara de dichas entidades financieras a partir del 2009 hasta el 2011, cuando los maquillajes de diseño darán paso a la demacrada realidad del interés compuesto y la amortización, aunque esperemos que los mercados actuales hayan ya descontado una parte significativa.

Irresponsabilidad de todos los tomadores de esos créditos que estaban (alguno todavía está) inmersos en un bienestar del primer mundo que se está demostrando falso. En un entorno consumista muy superior al de los Felices años 20.
La Globalización actual hace que la interconexión de la fallida financiera alcance a todo el planeta, mientras que la Gran Depresión se extendió a Europa y a los actualmente llamados emergentes de forma mucho más suave y paulatina. La globalización amplifica y acelera el deterioro, y esperemos que también suceda lo mismo con la recuperación.
Por lo tanto, e incidiendo en la peligrosidad de que los hipotecados actuales tengan menos que perder que los de los años 30, se verá incrementada esta falsa huída hacia adelante. Se concedieron hipotecas a Ninjas que, lamentablemente, jamás debieron tener acceso a ser propietarios por su precariedad, y por otro lado los menos precarios gozaron de una escasa exigencia del Sistema para financiarlos. Esto también es muy grave ya que, debido a esa escasa exigencia, los hipotecados de moderada solvencia también van a abandonar el barco ante las dificultades sociales que esta crisis va a generar, puesto que su escasa inversión en la aventura inmobiliaria es una pérdida fácilmente asumible en favor de una recompra futura de otro inmueble a precios muy inferiores.

Nadie luchará en estas condiciones por salvar su hipoteca del embargo, como lo hicieron en la Gran Depresión. Y eso traslada de forma radical el problema de los hipotecados a la Banca (algo que sucedió en mucha menor medida en los años 30). Pero esta Banca, debido a la afectación extrema y globalizada que está sufriendo, a su vez lo traslada al Sistema Financiero, llevándose por delante la economía real existente. Y el Sistema, en peligro de extinción, lo ha trasladado a los Estados, a quienes les crecen los enanos en pleno desierto financiero y una economía real en caída libre. Llegados a este punto a nadie se le escapa en quién repercute papá Estado, evidenciando así que el análisis superficial de que el drama social y económico de la Great Depression fue mayor que el actual, es previsiblemente erróneo.

En definitiva, las comparaciones de la depresión actual con las anteriores (especialmente la de los años 30), son cuando menos, complejas y engañosas. Y no puedo más que sonreír tristemente cuando escucho a altisonantes eminencias del mundo económico proclamando que esta depresión está llegando a su fin porque históricamente ni siquiera en los años 30 existieron periodos recesivos superiores al par de años. Y esto sólo es cierto si consideramos los sub-ciclos de recesión técnica como un ciclo en sí mismo, obviando que la Great Depression como tal duró 10 años y sólo acabó con ella la II Guerra Mundial.

Y lo peor es que algunas de estas eminencias ni siquiera tienen intereses comerciales ni políticos para proclamar semejantes afirmaciones sino que simplemente son, a mi modo de ver, análisis erróneos basados en datos incomparables e inconexos. Ojalá viera en ellos mayor fundamento y rigor, nada me gustaría más.

martes, 9 de diciembre de 2008

La compraventa de viviendas de segunda mano ha caído un 70% en los últimos tres años

Las transacciones de viviendas de segunda mano ha caído más de un 70% respecto al año 2005, un descenso "mucho mayor" que el que reflejan los últimos datos oficiales del Ministerio de Vivienda, según un informe de la Red de Expertos Inmobiliarios.

Si consideramos que hasta el verano de 2007 las ventas de vivienda de segunda mano no sufrieron un impacto significativo, este dato nos deja que, desde julio del 2007 (cuando la crisis inmobiliaria empezo) hasta ahora, la caida se situa en torno al 90%.

El presidente de la Red, Eduardo Molet, explicó que las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Vivienda sobre transacciones inmobiliarias "confirman que el mercado está parado, pero no reflejan hasta qué punto".

De acuerdo con su informe, en los últimos cinco años, cuando se registraban de media unas 47.000 transacciones de pisos de segunda mano al mes, se incluían 6.000 transacciones que no eran compraventas -herencias, donaciones y permutas-. En la actualidad, las transacciones son unas 19.000 al mes, de las que 6.000 continúan siendo herencias, donaciones y permutas.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Detenido el constructor Nicolás Mateos por un delito de estafa urbanística

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido esta mañana al promotor y constructor murciano Luis Nicolás Mateos por un presunto delito de estafa.

El empresario, que promovía en Brasil el complejo Lagoa do Coelho, entre otros complejos urbanísticos, ha sido arrestado por orden de un juez de Murcia ante el que se presentaron denuncias de varios de sus clientes, que habrían adelantado miles de euros sin que las obras de sus viviendas se hayan iniciado.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Deuda de bancos y cajas en inmobiliarias en quiebra

La crisis del ladrillo ha puesto sobre la mesa las cartas de la banca dentro del sector. Los últimos desplomes de las grandes inmobiliarias, como Martinsa-Fadesa, Tremón o Hábitat, ponen a Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular en los primeros puestos de la lista de acreedores, con importes que superan los 1.000 millones de euros en el caso de las dos primeras y de más de 800 millones en Popular. Según los datos publicados, las cajas se llevan la peor parte con más de 68% de la deuda.

La semana pasada la agencia S&P rebajó la calificación de riesgo de la banca española, lastrado principalmente por el deterioro de su perfil financiero, entre otros motivos. Según indica la firma, este ajuste se enmarca dentro del batacazo del ladrillo y su “repercusión en otras áreas empresariales”. Las últimas suspensiones de grandes inmobiliarias como Tremón y Habitat han puesto su granito de arena y apuntan a un desgaste mayor dentro del negocio financiero.

En los primeros puestos del ranking de acreedores se encuentran las dos grandes cajas españolas. El colapso de Martinsa-Fadesa dejó un agujero de 1.000 millones en las cuentas de Caja Madrid. Su presidente, Miguel Blesa, ha recalcado que la entidad madrileña luchará por recuperar el dinero concedido a la compañía dirigida Fernando Martín. En total, de los 5.200 millones de deuda que acumulaba Martinsa-Fadesa, las cajas prestaron unos 3.600 millones de euros.

El incremento de la morosidad y el deterioro de los activos motivó que las agencias de calificación crediticia Moody´s y S&P recortasen los rating de la segunda caja de ahorros del país. “Los problemas de crédito se están acumulando como resultado de la elevada exposición de Caja Madrid a la brusca desaceleración del sector de los promotores inmobiliarios”, reconocía la firma en una nota. Así, los préstamos de a los promotores inmobiliarios representa, el 19% de la cartera, según S&P.

La caja que dirige Isidre Fainé se coloca por detrás de Caja Madrid en lo referido a deuda con el ladrillo. Martinsa-Fadesa, Tremón y Hábitat adeudan a la entidad catalana cerca de 1.010 millones de euros. El mayor reclamo proviene, al igual que Caja Madrid, de Martinsa con unos 700 millones y después, el de la inmobiliaria presidida por Bruno Figueras con un importe superior a los 230 millones.

Otras de las cajas “salpidas” por los concursos de acreedores de las citadas compañías son Caixa Catalunya, con un importe cercano a los 420 millones y Caixa Galicia, con unos 340 millones de euros. Según los datos publicados, este tipo de entidades ocupan el 68% de los préstamos concedidos a Tremón, Martinsa-Fadesa, Hábitat o Aifos, lo que supone una cifra aproximada de más de 4.300 millones. Bancaja ofreció financiación de 280 millones y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), con 190 millones.

POPULAR, EL BANCO MÁS AFECTADO

El banco que controla Ángel Ron es la entidad cotizada con mayor volumen de préstamos a dichas inmobiliarias. Unos 400 millones fueron cedidos a Martinsa Fadesa, 200 millones a Tremón, 160 a Hábitat y unos 106 millones a Aifos.

Importes menores ocupan los grandes bancos españoles: Santander concedió créditos a las tres primeras inmobiliarias por un valor total de 375 millones y BBVA por un cómputo de 450 millones de euros.

Ya es oficial: en 2011, pisos un 50% más baratos

Pocos parecen recordar a día de hoy lo que fue la crisis inmobiliaria de principios de los noventa en España. Tras los excesos que trajo consigo la celebración simultánea de las Olimpiadas de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla, el Tío Paco tardó poco en llegar con una rebaja que supuso que, sólo en 1992, los precios de la vivienda cayeran un 6,7%, excepción que hasta ahora había confirmado el aforismo de que “la vivienda nunca pierde valor” con el que muchos se han autoconvencido de sus locuras inversoras a lo largo de los últimos años.

No recuerdan que los cinco años siguientes fueron de travesía en el desierto y, aunque nominalmente los precios repuntaron alrededor del 7%, en términos reales, es decir: ajustados a la inflación, su valor se contrajo alrededor de un 18%. Cierto. Para muchos, aún siendo las dos caras de la misma moneda, no son elementos exactamente comparables ya que la pérdida absoluta de riqueza se percibe de un modo muy distinto a su merma relativa que, incluso, se podría considerar en términos de coste de oportunidad. Una reflexión teórica interesante sobre la que algún día tendremos que volver.

Pero no es el objeto del artículo actual. El recuerdo de 1992, y del quinquenio de parálisis del ladrillo que le siguió, debería servir para poner en su justo sitio la primera crisis inmobiliaria del siglo XXI que hoy estamos padeciendo. La situación es esencialmente distinta a la de entonces, toda vez que la dimensión del problema es sustancialmente superior lo que exige una corrección más intensa en tiempo y forma. No hace falta irse por las ramas para darse cuenta que así es. Más allá de las evidencias macroeconómicas acerca del peso alcanzado por el sector en el modelo productivo español, basta con acudir a la realidad que se deriva de las fuerzas simultáneas de oferta y demanda en España.

En efecto. El stock que figura en el escaparate del residencial español es cercano a los dos millones de unidades, resultado de ese exceso de producción de los últimos años que asombraba a Europa, toda vez que nuestra tasa de propiedad es de las más altas de la región, y permitía sacar pecho a nuestros políticos, los mismos que ahora se sorprenden de su colapso. Por su parte, entre los compradores cunde el desánimo como nunca antes. Para los que buscan su primera vivienda, la ausencia de financiación y la incertidumbre sobre su futuro laboral, con un horizonte de 20% de paro a 18 meses vista (1 trabajador de cada 5 que se dice pronto), actúan como freno a la voluntad adquirente. Colas como las que se han formado ante el bluff sabido de antemano del Pocero de Fuenlabrada deberían servir no como anécdota digna de ser contada sino como signo de los tiempos que corren. Por lo que respecta a los inversores, son conscientes de que aún no ha llegado su hora. Cuando no se percibe ni potencial plusvalía, ni aparente rentabilidad, mejor mantenerse al margen.

Cualquier desequilibrio de oferta y demanda como el actual debería conducir, sin duda, a una rebaja sustancial de la variable de ajuste que es el precio. Y mientras que en los países que han vivido burbujas similares a la nuestra, éste ha sufrido caída de doble dígito, en nuestra nación la estadística oficial señala que hay un incremento nominal, siquiera mínima, año sobre año. Ojo, estamos hablando del agregado, no de operaciones singulares. ¿Qué está pasando? A mi juicio hay un cuadruple factor que a día de hoy está actuando como freno a la caída en el valor de la vivienda.

Por lo que respecta a la primera mano, la actuación precipitada de los bancos a la hora de hacerse con promociones en curso para evitar procesos concursales, están permitiendo trasladar el exceso de precio del promotor a la entidad financiera sin pasar por el mercado. Aunque ésta se haga con los activos al valor de su deuda, hasta que el bien no salga a la venta, ese menor precio de adquisición no se traslada al cliente final. Por otra parte, la aparición de la figura del concurso voluntario de acreedores permite que la actividad de la firma siga de una forma supervisada en manos de sus administradores por lo que, de cara a garantizar la actividad futura de la entidad, nadie se atreve a hacer ventas a pérdida que pongan aún más el riesgo el futuro patrimonial cuando se pueden instar las quitas que sean oportunas a los financiadores. Hasta que las mismas se aprueban, no se renegocia el nuevo margen y, por ende, no se repercute a los pisos. En lo que a la segunda mano se refiere, el sistema garantista español es sin duda un freno a la caída del precio de las casas. En la medida en que el hipotecado responde ante el acreedor con todos sus bienes presentes y futuros, su voluntad de pago es muy superior al de los ciudadanos de naciones donde el riesgo se limita a la garantía aportada. Por último, el proceso de liquidación de la propiedad es terminal, en el sentido de que la ciudadanía aguanta su estatus hasta que es insostenible, produciéndose entonces la liquidación por derribo de sus activos. A ese punto aún no hemos llegado. Aunque falta poco.

¿Cuánto puede durar esta situación? Ya hemos defendido desde estas líneas lo que hemos llamado la teoría de la avalancha que hace referencia a la aportación marginal, un copo de nieve, como desencadenante de un proceso destructivo de magnitud muy superior. Ahora mismo la clave está en la capacidad de aguante de las entidades financieras que sustituyen activos rentables como los créditos por bienes ilíquidos lo que restringe su capacidad de dar financiación adicional al mercado, incidiendo sobre la demanda. No hay rotación. Por otra parte, las entradas en mora de promotores suponen una merma paulatina de sus niveles de solvencia que, igualmente, les impide, si no quieren disparar sus niveles de apalancamiento, ser más activos en su acción prestamista. El crecimiento de las carteras de inmuebles de forma paralela al aumento de los impagos tiene un límite. Y habrá un momento, un piso más, un concurso adicional, en el que lo perentorio será limpiar el balance por el lado del activo con objeto de no poner en peligro la propia supervivencia, salvo recapitalizaciones dudosas impuestas por el regulador. No hay que olvidar que renunciar a un 25% de los ingresos del crédito promotor, al 5% de rentabilidad neta, a cambio de pisos, tiene para el conjunto del sector un impacto en el margen de intermediación del 10%, pérdida a añadir al deterioro natural del negocio consecuencia de la situación económica. Eso por no hablar del impacto que los créditos sin garantía real pueden tener sobre el balance. El momento del basta ya está mucho más cerca de lo que muchos piensan y, cuando se produzca, su paso a la Atila provocará que pocos se acuerden de la distinción entre bajada real y nominal en nuestro país.

¿Cómo de profunda será la caída? Bueno no hay que olvidar que el precio de la vivienda sobre la renta bruta de la unidad familiar se mantiene, según datos del Banco de España, en máximos de siete veces frente a la media histórica de cuatro. Suponiendo la reversión del ratio a dicha media, sólo por el lado del numerador podríamos justificar una reducción de alrededor del 40% en el precio de los pisos. Sin embargo, en un proceso como el que actualmente está viviendo nuestro país, de enorme dependencia exterior sin recursos de tipo de interés o de cambio para atraer capitales, cabe esperar un brusco ajuste de los salarios reales con objeto de ganar competitividad. Una reducción que algunos analistas sitúan en el 20%. La caída en el importe del denominador haría que la corrección tuviera que tener aún mayor profundidad pudiendo superar el 50% ajustados por la inflación. Ups. Si nos fuéramos a otro indicador de sobrevaloración como es el rendimiento del alquiler, el cálculo saldría bastante parejo.

Sin posibilidad de incremento de las rentas, el mayor retorno, que actualmente y según Credit Suisse, se sitúa en el 2%, tendría que venir por el lado del valor de la vivienda. Para que rendimiento doble, y al menos se acerque a los costes de financiación, el precio de las casas ha de reducirse a la mitad. Ojalá que este análisis fuera equivocado pero me da que no. Estuve el viernes desayunando con un banquero de pro con intereses notables en el sector. Y él fijaba el límite del ajuste en el 30% a dos años. Ya se lo dice McCoy. Se queda corto. O no. Debate abierto.
Cotizalia.com

martes, 2 de diciembre de 2008

Álvarez Cascos, el nuevo fracasado de la especulación inmobiliaria

El estallido de la burbuja inmobiliaria se ha cobrado una nueva víctima. En esta ocasión no se trata de una gran empresa, sino de Cinqualium una pequeña compañía familiar, pero cuyo administrador único es el ex ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos, que acumula unos fondos propios negativos de casi 73.797 euros y unas pérdidas de más de 75.000 euros desde su creación.

Lo curioso es que el cese de la actividad se ha producido poco antes de que la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Judicial detectara mensajes enviados presuntamente por el ex ministro el pasado mes de marzo, en plena campaña electoral, alertando sobre una posible suspensión de pagos de Sacyr.

El problema es que, al final, la tortilla se ha dado la vuelta y no ha sido la empresa que preside Luis del Rivero, sino la de Álvarez Cascos, la que se asoma al abismo. Según consta en sus últimas cuentas anuales, aprobadas el pasado mes de junio, la sociedad está "inactiva".

Pérdidas

Y lo que es peor es que "como consecuencia de las pérdidas acumuladas a 31 de diciembre de 2007, el patrimonio neto de la sociedad se ha visto reducido a menos de la mitad del capital social, lo que implica que la sociedad deberá disolverse o proceder a reducir o aumentar el capital en la medida suficiente".

Aunque la firma no aclara cuál ha sido la decisión final del ex ministro, las cuentas se han elaborado bajo el principio de "empresa en funcionamiento", por lo que todo indica que la intención de Álvarez Cascos pasa, al menos, por liquidar de forma definitiva la compañía, aunque la deje inactiva.

De hecho, la compañía ha decidido, siempre según sus propias memorias, cancelar el alquiler de la oficina desde la que operaba, dando de baja la fianza constituida. Cinqualium se constituyó en 2005, en pleno boom inmobiliario con un capital social de poco más de 3.000 euros. En enero de 2007, la compañía fue traspasada por sólo un euro a otra de las empresas de Cascos, que asumió desde entonces su control.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Pedralbes se suma al rosario de constructoras en suspensión de pagos

El juez declara la insolvencia de la empresa, que despedirá a casi toda su plantilla, con una deuda de 154,6 millones.

El rosario de empresas vinculadas al sector inmobiliario en problemas económicos ha recibido hoy el ingreso de un nuevo miembro. El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona ha declarado en concurso necesario de acreedores a la constructora Pedralbes, que acumula unas deudas por importe de 154,6 millones de euros y que tiene previsto despedir a la mayor parte de su plantilla.


En un auto fechado el 24 de noviembre, el juez Francisco Javier Alvares ha aceptado la solicitud de concurso necesario planteado por un pequeño acreedor asesorado por IURE Madrid, aunque ha decidido mantener las facultades de los gestores de Pedralbes para administrar el patrimonio de la compañía, siempre bajo la supervisión de los administradores concursales.

"No se considera, por el momento, que exista motivo alguno para aplicar el régimen de suspensión de facultades, toda vez que ello redundará en un mejor y eficaz desarrollo de la actividad empresarial" de la constructora, señala el juez, que nombra a Miquel Vilella y Olga Fomer como principales administradores.
Pedralbes, asesorada por el bufete Jausas, presentó concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) el pasado 24 de octubre, días después de que un acreedor solicitara judicialmente que se le declarara insolvente; petición que ha prevalecido.

Sociedades participadas

La constructora, controlada por las familias Gómez-Llera y Ruiz Mirete, pidió que se le declarara insolvente a ella y a sus participadas Alfaida, Comfour, Copesa Gracia y Copesa por la falta de liquidez y la imposibilidad de acceder a créditos promotor para continuar con sus actividades.

Pedralbes cuenta con 273 trabajadores, de los que prevé despedir a 240 a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Precisamente, el juez exige a la empresa que en el plazo de diez días le presente un listado de los trabajadores con los que contaba a fecha de presentación del concurso.

Además, pide a los administradores concursales que informen sobre la evolución de los concursos de las filiales "que pudieran tener trascendencia patrimonial" para Pedralbes con el fin de que sean acumulados al que tramita el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona.
Agencia EFE

Declarada insolvente la promotora inmobiliaria del grupo Dico

Promodico, la promotora del grupo Dico, ha sido declarada insolvente por el Juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid.

La promotora cuenta con unos activos valorados en 455,5 millones de euros, que son inferiores en 102,5 millones a las deudas que acumula, fundamentalmente con bancos y cajas.

Así figura en el informe sobre la situación patrimonial de Promodico que han elaborado los administradores concursales, y que eleva a 558 millones de euros las deudas de la promotora inmobiliaria, frente a los 450 millones admitidos inicialmente por la empresa.

Caja Madrid es el principal acreedor de Promodico, con la que tiene unos importes pendientes de cobro de 40,6 millones de euros, seguida por el Banco Popular, con casi 37 millones. A continuación está la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que tiene prestados 27,06 millones; Banco Pastor, con 25,9 millones; Caja Castilla La Mancha, con 25,4 millones y Caja Cantabria, con 25,18 millones.

Según el informe, los activos de Promodico sólo cubren el 83% de las deudas, pese a que los administradores concursales han elevado sustancialmente el valor de las empresas en las que participa la promotora, fundamentalmente en el extranjero (Brasil, Portugal y Polonia). En cambio, han rebajado entre un 8,7% y un 18,8% la valoración de los terrenos y solares, dependiendo de la Comunidad Autónoma donde estén situados, al tiempo que han depreciado el valor de las promociones y edificios entre un 4% y un 12,5%.