La constructora San José y los nueve bancos con los que renegocia su deuda de 1.200 millones de euros (200.000 millones de pesetas) se han dado un mes de plazo para cerrar un acuerdo que, de no prosperar, situaría al grupo pontevedrés al borde de la suspensión de pagos.
La compañía que preside Jacinto Rey inició en noviembre las conversaciones con las entidades financieras que le prestaron 1.200 millones de euros hace año y medio para adquirir la inmobiliaria Parquesol. El proyecto era fusionar ambas compañías y aprovechar la cotización en Bolsa de la firma vallisoletana para lanzar al parqué al grupo con sede en Pontevedra. Al final no fue posible ni lo uno ni lo otro. La crisis del sector inmobiliario y el descalabro bursátil dieron al traste con el proyecto y han provocado el ingreso de la constructora en la lista de las diez inmobiliarias más acuciadas por sus deudas.
Jacinto Rey esperaba cerrar un acuerdo con sus acreedores (Barclays, Banesto, Banco Pastor, Banco Popular, Banco Sabadell, Caixa Galicia, Caixa Geral de Depósitos, Banco Caixa Geral y Caixanova), a principios de diciembre. Pero fuentes próximas a las conversaciones aseguraron ayer que estas «siguen abiertas y podrían prolongarse al menos otro mes más». Pese a la buena voluntad expresada inicialmente por las financieras, las garantías que la constructora está poniendo sobre la mesa no han recibido el visto bueno de la totalidad de los actores en la negociación.
El desplome de Parquesol y de la actividad constructora en España provocaron que San José replegase su conglomerado empresarial (hace una semana la matriz del grupo absorbió a cuatro de sus seis filiales inmobiliarias: las que operaban en Galicia, Levante, Cataluña y Madrid) y lanzase un nuevo plan estratégico tutelado por Miguel Zorita, el último fichaje de Jacinto Rey para pilotar su grupo y el cuarto consejero delegado de Parquesol en menos de un año.
Lo difícil ahora es ofrecer a los bancos acreedores garantías fiables. Porque los activos de la constructora están «muy justos», decían ayer fuentes del sector, y el valor de Parquesol cae en picado. Las bolsas de suelo del grupo en España y en otros países, así como sus promociones residenciales valen hoy menos que hace un año. Respecto a Parquesol, en julio del 2007 Jacinto Rey pagó los títulos de esta inmobiliaria a 23 euros, y la ecuación de canje planteada para la integración de la compañía vallisoletana en el grupo San José proponía un valor de 26 euros por acción. En enero del 2008, Parquesol se cotizaba a 20,51 euros. Y el martes pasado a 6,99 euros. El 100% de la firma fue valorado hace un año para su venta por encima de los 917 millones de euros. Hoy vale menos de 285. Sus resultados en septiembre fueron un 97% peores que hace un año.
Esperando el concurso eólico
Para intentar salvar la crisis, San José busca oxígeno en el negocio de la energía y fuera de España. En Argentina, el grupo está optando a importantes paquetes de adjudicaciones de obra pública. San José trabaja en Buenos Aires, donde la constructora gallega implantó, desarrolló y todavía gestiona la marca Auchan. Y en la India, junto a un socio local, la firma de Jacinto Rey está concursando para construir una autopista valorada en 200 millones de euros. Otra parte del aliento financiero lo persigue en Galicia. Jacinto Rey ha pedido en el concurso eólico de la Consellería de Industria 733 megavatios en solitario, a través de Enerxías Renovables de Galicia; y 554 más en alianza con Ence, Manuel Jove y Epifanio Campo, a través de la firma Inveravan Gestión de Inversiones.
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