La noticia saltaba esta mañana en todos los medios:
"Según algunos expertos y empresarios del sector, la vivienda podría subir vertiginosamente en dos años".
Vaya hombre, ahora que ya habíamos hecho explotar la burbuja...
"Según algunos expertos y empresarios del sector, la vivienda podría subir vertiginosamente en dos años".
Vaya hombre, ahora que ya habíamos hecho explotar la burbuja...
Estos días la guerra se ha trasladado a Internet y los medios de comunicación. Y supuestos "expertos" y "empresarios", por no llamarlos expoliadores y especuladores, hacen una campaña en los medios de desinformación para animar a los nuncabajistas y pepitos en potencia a comprar más inmuebles.
Indudablemente, esto es otro síntoma de la muerte de la burbuja inmobiliaria, ya que aquellos con inmuebles sin vender apuran a venderlos al precio que sea y por el motivo que fuera, pues su precio cada vez baja más y más. Y si no me creen, pregúntenles si tan buen negocio es tener en propiedad un piso, porqué los venden en lugar de quedárselos.
En España ya todo el mundo está hipotecado, con el agravante de que los bancos han cerrado el grifo. Todo el mundo debe dinero a todo el mundo, y no hay más. ¿Cómo piensan vender todo lo que han construído?
Si son atentos, contemplarán desde hace algunas semanas que absolutamente TODAS las obras en terreno urbano han sido paralizadas por la falta de compradores. Grúas sin moverse, esqueletos de edificios permanentes, futuros terrenos de urbanizaciones congelados...
No sólo eso: para el 2008 se prevee una fuerte crisis. Ahora sólo se ve la punta del iceberg, y la gran locomotora económica, aunque tenga el motor parado, sigue andando gracias a la inercia de los últimos años. El problema estará en cuanto se pare de verdad, y el trabajo que costará ponerla de nuevo en marcha. Cuando la cosa va bien, muchas cosas pasan inadvertidas o no importan demasiado al populacho: dinero negro, desarrollo no sostenible, mafias, inmobiliarias beneficiadas de oscuros favores, concejales y alcaldes corruptos, tráfico de drogas, prostitución... pero el dinero todo lo calla.
Sin embargo, y cuando la cosa va mal, empiezan a aflorar fiambres de la corrupción: gerentes especuladores de inmobiliarias disparados, alcaldes usurpadores asesinados, concejales corruptos con una bala entre ceja y ceja... "la crème de la crème" empieza a pagar caras las facturas por sus pecados: el más importante de todos, la avaricia. Avaricia que se ha cebado con el mundo inmobiliario, y ahora todos los ciudadanos de a pié sufrimos las consecuencias al no poder ni tan siquiera comprar una casa debido a la especulación salvaje sufrida por el sector.
El "Elogio de la hazaña especulativa" se ha extendido durante más de diez años, y en estos tiempos de incertidumbre económica y con la crisis que se nos viene encima en el 2008, más de un "héroe" ha acabado con una bala en la cabeza a causa de sus chanchullos. Vaya, no podían hacer lo que hace todo el mundo, y tener un nivel de vida igual a la de los demás. Tenían que ser más que nadie en todos los aspectos: tener más, apoderarse de más, especular más, comprar más, ansiar más... , pedir más favores, y, cómo no, pagar más que nadie. Y a la mafia no se le puede hacer esperar, como a un banco... ellos tienen su propia ideología.
Estas "ratas especulatas" han estado viviendo del cuento mucho tiempo. ¡Especuladores, arrepentíos! Vuestra hora ha llegado. El sector inmobiliario camina como un muerto viviente... intentando llegar a algún sitio, buscando desesperadamente una salida, a duras penas, tambaleándose sin rumbo ni sentido, sin confianza ni tan siquiera sin sustento. Es obvio: le ha llegado su hora.
¿No te has enterado? ¡Los pisos YA estan bajando!
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