sábado, 9 de mayo de 2009

Etapas de la burbuja inmobiliaria

La burbuja inmobiliaria en España, al igual que cualquier burbuja de precios, tiene un ciclo de vida, un esquema "tipo" que, aunque contenga pequeñas variaciones, siempre sigue un mismo recorrido, y por supuesto, el mismo final.

En el esquema superior se observa el comportamiento "tipo" o etapas de una burbuja de precios, y, en el esquema inferior, se observa la evolucióin de precios de la vivienda en España desde el año 1985 hasta la actualidad.

La fase de "take off" (despegue de precios) tuvo lugar durante los años 80, y la fase de "First sell off" (final de la primera fase de ventas) llegó sobre el año 1990. Con la crisis posterior de principio de la década de los 90, hubo una caída en el precio de la vivienda, caída que se conoce como la fase de "bear trap" (trampa de oso, o trampa bajista).

Sin embargo, inmediatamente después el precio de la vivienda siguió subiendo, inflado por inversores institucionales y corporaciones que invierten cada vez más y más dinero.

De aquí, llegamos al año 2000, donde el precio de la vivienda se dispara, principalmente porque el público general se lanza a la compra de vivienda, al ver que su precio se revaloriza año tras año.

Algunas corporaciones (entidades financieras y empresas privadas) aunque tarde, también invierten cantidades millonarias en la construcción, en muchas ocasiones mucho más de lo recomendable, cegados por el dinero fácil, la cultura del pelotazo y el ladrillazo.

Las fases de atención de los medios, entusiasmo, avaricia, engaño, y el establecimiento de la vivienda como "nuevo paradigma económico" se suceden matemáticamente. Todas estas fases anteriores están contenidas en al zona de inversión de dinero del público general.

Finalmente, llegamos a finales del 2006: explota la burbuja inmobiliaria en España. (entramos en la fase de explosión). Poco después entramos en una crisis económica y crediticia sin precedentes, agravando el problema. Entidades financieras, empresas privadas y familias que tenían invertido gran parte de su capital en activos inmobiliarios se dan cuenta de que el precio de la vivienda ha tocado techo.

Las fases siguientes se suceden: negación, fase que actualmente acabamos de superar (ya nadie niega que la burbuja inmobiliaria haya explotado, ni que el precio de la vivienda baje muchísimo). Es más, ya se hablan en los medios de rebajas y caídas de precios que podrían llegar hasta el 50% en algunas zonas.

Lo que queda por llegar

Nos dirigimos a una "bull trap" (trampa de toro, o trampa alcista), donde, el precio de la vivienda se estancará brevemente e incluso subirá ligeramente, para después entrar en las fases de miedo, capitulación y desesperación, donde la vivienda pierde valor rápidamente.

Después de que la fase de desesperación haya acabado, y muy probablemente coincida con una mejora sustancial en nuestra economía, el precio de la vivienda volverá a subir, lentamente, hacia su precio real.

2 comentarios:

Atila dijo...

La única respuesta a esa realidad , es un cambio de gobierno, un cambio de gobierno real; es decir que no sea un relevo entre P(SO)E y PP, partidos de la oligarquía, sino que llege al poder un nuevo partido de verdadera representación ciudadana y no esté podrido hasta la médula como esos. Necesitamos algien honesto en el poder (parece obvio, pero parece que aún así algunos no lo ven).

Hasta que no pase eso tendremos corrupción tan insultante y descarada como hasta ahora.
O más, que siempre se superan, ya se sabe...total al vegüenza ya hace mucho que la perdieron y no forma parte de sus valores...

Unknown dijo...

Entramos en la etapa de las querellas...

INMOBILIARIA COLONIAL SA.

QUERELLAS PARA SEPTIEMBRE.


Rafael del Barco Carreras


3-07-09. Alguien pagará los platos rotos. No son de loza, son varios BILLONES DE LAS ANTIGUAS PESETAS. Entre la pirámide en bolsa fabricada por los socios banqueros, con LA CAIXA capitaneando, y los acreedores, bancos y cajas, las cifras dan escalofríos. Varían según quien las publica. A los 9.000 millones de euros en acreedores y bancos, le suman varias decenas de miles de millones de EUROS “especulando en bolsa”, y perdidos por inversores. Repito, un juego con mínimo “información privilegiada” y “alterar el precio de las cosas”.

Una querella catalana, dar antes que te den. Ser el primero en el juzgado le hace parecer a uno inocente estafado. Y así el antiguo y actual presidente de Colonial, Juan José Bruguera, ya ha anunciado una querella contra Luis Portillo, que actuó de dueño en el corto tiempo en que creyó serlo. Le acusan de vaciar lo poco que quedaba. Vendió activos para especular con las propias acciones. Valor final cero. Le venden un muerto en el 2007 y pretenden que lo resucite sin tocar nada. Si Portillo no se concienció de ser un HOMBRE DE PAJA, sus banqueros lo tomaban por tal.

Pero entre los delitos que apuntan, leo uno que me hace gracia: “la adquisición de la compañía de centros comerciales RIOFISA”.

Le venden una inmobiliaria a un señor que les debe casi un BILLÓN, muy dudosos porque la CRISIS INMOBILIARIA era evidentísima. No paga nada por la sociedad que le venden. Aumenta la deuda. Y la CAIXA DE CATALUÑA de Narcís Serra, socia de la CAIXA en esta aventura, contabiliza 300 millones de euros de ganancia... y ¡pretenden meterlo en la cárcel! ¿A NARCÍS SERRA, NO?

Al pobre hombre, ¡es un decir, pues los “pobres” del Mundo quisieran estar en su pellejo!, solo se le ocurre contestar a la amenaza de querella... “¿Acaso se han equivocado todos los promotores del Mundo?”. Otro error, ni a todos los del Mundo les dejaron BILLONES, sin garantías, o dudosas y prefabricadas, y en España esos promotores surgen de la “amigocracia” entre políticos y banqueros. Otra pregunta sería si esos BILLONES fueron reales o repartió.

Presumo que el gran triunfador de la BURBUJA INMOBILIARIA no tiene ni de lejos la experiencia en CRISIS y malicia que adornan el currículum de Fainé y Serra. Yo de él me anticiparía a Bruguera, procurando acertar un conveniente juzgado... y quizá se lo quedaran... pero acompañado. Lo escribo por experiencia.