viernes, 8 de agosto de 2008

La mierda bajo la alfombra de Fincas Corral


Los trabajadores de Fincas Corral se manifiestan por impago de salarios

Unos 40 trabajadores de la red de intermediación inmobiliaria Fincas Corral se manifestaron este mediodía ante la sede de la empresa en Barcelona para exigir a la dirección que les pague los salarios atrasados. Denuncian que muchos empleados --la plantilla es de unas 300 personas-- llevan sin cobrar de uno a tres meses.

Según Rosa Ciurana, secretaria de organización en el sector Seguros, Oficinas y Despachos de la UGT de Catalunya, la manifestación pretende conseguir que los nuevos propietarios se pongan en contacto con los anteriores para que, "de una vez por todas", se solucionen los impagos.

En relación a los nuevos dueños de la empresa, Siurana explicó que no tenían constancia de ello porque los empleados conocieron la noticia a través de los medios de comunicación. Ante tal situación, manifestó su esperanza por alcanzar un clima de estabilidad en la empresa durante la etapa que ahora comienza.

El nuevo propietario de Fincas Corral es José Xicola, que adquirió la red al histórico fundador de la compañía, Calixto Corral, por un importe que no ha trascendido. Corral creó el grupo inmobiliario catalán hace 20 años.
- Leído en el diario El Economista

Todo esto viene a confirmar lo que hace ya algunos meses recogimos en este mismo blog, y extraído de un email que circulaba por la red, y que llegó a nosotros. Presuntamente fue escrito por trabajadores de Fincas Corral nada contentos con su actual situación, la de su empresa y sus compañeros de profesión.

Ahora ya sabemos que era eso que olía tan mal; un montón de mierda y deshechos, acumulados durante tanto y tanto tiempo bajo la oscura y tupida alfombra del despacho de algun directivo de la empresa, de esos que viven en unas vacaciones permanentes, y sólo se pasan por la oficina a la hora de cobrar.

La mierda sigue bajo la alfombra de Fincas Corral, e igualmente todas las alfombras de todas las promotoras, constructoras e inmobiliarias de este país se encuentran en situacion muy similar, si no peor. Muchas han convocado el concurso de acreedores (bonito eufemismo para definir lo que antes se llamaba LA QUIEBRA, la ruina caracolera total, o bancarrota). El resto lo hara inexorablemente despues de verano, o en los meses venideros.

Llegó la hora de tirar de la manta DE VERDAD, de la alfombra en este caso; pues la unica manera de reparar la situacion económica tan penosa por la que atravesamos es limpiar la porquería completamente y de raíz, por mucho que cueste. Pero, al tirar de la alfombra para ver que había escondido debajo, la cantidad de mierda es de tal magnitud, calibre y concentración, que no sólo salpica a los allí presentes, sino ademas a todas las inmobiliarias, promotoras y constructoras, a los ayuntamientos, funcionarios, empresarios, jueces y policías corruptos, a la totalidad de las cajas de ahorro, e incluso a los bancos, que son el ultima instancia quien "pagan por adelantado toda la fiesta".

En definitiva, es como si una bomba nuclear de mierda estallara por sorpresa, y sin importar en que parte del planeta te encuentres, sabes de antemano que en el mejor de los casos, el cielo va a tener un color marron diarrea, y va a estar lloviendo mierda durante los próximos dos años. Quizas empecemos a levantar cabeza en el 2010...

Y eso que lo peor de esta crisis originada por el sobreendeudamiento de una población estafada, timada, engañada y, por si fuera poco, con las deudas al cuello, esta todavía por llegar.

jueves, 7 de agosto de 2008

La promotora Riviera Coast suspende pagos y deja a 700 inversores afectados


La empresa, con sede en Alicante, acumula cuatro meses de impagos a los propietarios de la residencia universitaria Ulyss y el geriátrico Jardines del Edén

Riviera Coast Invest S.L., empresa con sede en Alicante dedicada a la promoción inmobiliaria, ha presentado un concurso de acreedores voluntario (antigua suspensión de pagos), proceso que se encuentra actualmente pendiente de ejecución en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante, según confirmaron ayer fuentes de la propia empresa.

El proceso concursal ha afectado directamente a más de 700 inversores de las promociones Ulyss, residencia para universitarios de cinco bloques ubicada en San Vicente del Raspeig, y Jardines del Edén, residencias de alto nivel destinadas a la tercera edad situadas en Alicante y Benidorm. Muchos inversores tienen más de un inmueble.

Los afectados, a los que en todos los casos se les había garantizado la gestión del alquiler de los inmuebles con una rentabilidad del 6% en diez años, llevan ya cuatro meses consecutivos sin percibir el pago mensual correspondiente a su inversión, de 170 euros de media en el caso de cada uno de los 1.088 estudios de la residencia universitaria Ulyss y de unos 500 euros por cada habitación de Jardines del Eden.

Las noticias sobre el concurso de acreedores de la empresa no han hecho si no confirmar la alarma de estos inversores, que en muchos de los casos habían destinado todos sus ahorros a esta iniciativa y dependían prácticamente en exclusiva de su rentabilidad. Los afectados acaban de constituirse en asociación, de cara a emprender unidos todas las medidas legales a su alcance.

La Asociación de Perjudicados por el Grupo Riviera, que ya ha puesto el caso en manos de un gabinete jurídico, estima que la deuda de la empresa ronda los 13 millones de euros, ya que a los impagos de estos cuatro últimos meses se suman los 12 millones que se adeudan a los bancos por la no cancelación de hipotecas, según explicó ayer el presidente del colectivo, Miguel Cancela.

"La gente está muy preocupada, desesperada. Hay una gran alarma, porque muchas personas vieron en esta iniciativa un negocio seguro, muy atractivo, y no dudaron en invertir todos sus ahorros. Aparte de no estar recibiendo desde hace unos meses las rentas correspondientes, hay alrededor de un 30% de afectados que además se están viendo perjudicados por la no cancelación de hipotecas", explica Cancela.

La principal lucha de los afectados se centrará en rescindir el contrato con la empresa para poder asumir, en cada uno de los casos, la gestión de los estudios que adquirieron.

Fuentes de la empresa confirmaron ayer los impagos a los inversores durante los últimos cuatro meses, situación que enmarcaron dentro de la actual coyuntura de crisis financiera. Las mismas fuentes especificaron que la promotora Riviera Coast Invest es la única empresa del grupo que se encuentra en esta situación de concurso de acreedores (suspensión de pagos) y afirmaron que el proceso voluntario se ha presentado acompañado de un plan de viabilidad, por el que confían en cancelar el 100% de la deuda con sus bienes patrimoniales. La empresa confía en hacer frente a todos los pagos durante el mes de septiembre. Asimismo, espera poder reanudar su actividad normal en el plazo de un año tras el proceso concursal.

Primeras acciones legales

El gabinete jurídico encargado del caso ha interpuesto ya las primeras acciones civiles en los juzgados y estudia presentar una querella . La principal lucha, al margen de cobrar los pagos pendientes, se centrará en que los inversores asuman la gestión de los inmuebles. En este sentido, ya que toda la gestión y el mantenimiento de las instalaciones depende de la empresa, los afectados temen por el abandono total de las mismas y, en consecuencia, por la degradación de su inversión. Afirman, por ejemplo, que en el complejo Ulyss ya no presta sus servicios la empresa de vigilancia contratada hasta el momento.

lunes, 4 de agosto de 2008

La mochila y el currículum

Llueve a ratos, y Madrid está frío y desapacible. Pasan paraguas al otro lado del escaparate de la librería de mi amigo Antonio Méndez, el librero de la calle Mayor. Estamos allí de charla, fumando un pitillo rodeados de libros mientras Alberto, el empleado flaco, alto y tranquilo, que no ha leído una novela mía en su vida ni piensa hacerlo -«ni falta que me hace», suele gruñirme el cabrón- ordena las últimas novedades. En ésas entra un chico joven con una mochila a la espalda, y se queda un poco aparte, el aire tímido, esperando a que Antonio y yo hagamos una pausa en la conversación.

Al fin, en voz muy baja, le pregunta a Antonio si puede dejarle un currículum. Claro, responde el librero. Déjamelo. Y entonces el chico saca de la mochila un mazo de folios, cada uno con su foto de carnet grapada, y le entrega uno. Muchas gracias, murmura, con la misma timidez de antes.

Si alguna vez tiene trabajo para mí, empieza a decir. Luego se calla. Sonríe un poco, lo mete todo de nuevo en la mochila y sale a la calle, bajo la lluvia.

Antonio me mira, grave. Vienen por docenas, dice. Chicos y chicas jóvenes. Cada uno con su currículum. Y no puedes imaginarte de qué nivel. Licenciados en esto y aquello, cursos en el extranjero, idiomas. Y ya ves. Hay que joderse.

Le cojo el folio de la mano. Fulano de Tal, nacido en 1976. Licenciado en Historia, cursos de esto y lo otro en París y en Italia. Tres idiomas. Lugares, empresas, fechas. Cuento hasta siete trabajos basura, de ésos de tres o seis meses y luego a la calle. Miro la foto de carnet: un apunte de sonrisa, mirada confiada, tal vez de esperanza. Luego echo un vistazo al otro lado del escaparate, pero el joven ha desaparecido ya entre los paraguas, bajo la lluvia.

Estará, supongo, entrando en otras tiendas, en otras librerías o en donde sea, sacando su conmovedor currículum de la mochila. Le devuelvo el papel a Antonio, que se encoge de hombros, impotente, y lo guarda en un cajón.

Él mismo tuvo que despedir hace poco a un empleado, incapaz de pagar dos sueldos tal y como está el patio. Antes de que cierre el cajón, alcanzo a ver más fotos de carnet grapadas a folios:

chicos y chicas jóvenes con la misma mirada y la misma sonrisa a punto de borrárseles de la boca. España va bien y todo eso, me digo. La puta España. De pronto la tristeza se me desliza dentro como gotas frías, y el día se vuelve más desapacible y gris. Qué estamos haciendo con ellos, Maldita sea. Con estos chicos.

Antonio me mira y enciende otro cigarrillo. Sé que piensa lo mismo. En qué estamos convirtiendo a todos esos jóvenes de la mochila, que tras la ilusión de unos estudios y una carrera, tras los sueños y el esfuerzo, se ven recorriendo la calle repartiendo currículum en los que dejan los últimos restos de esperanza Licenciados en Historia o en lo que sea, ocho años de EGB, cinco de formación profesional, cursos, sacríficios personales y familiares para aprender idiomas en academias que quiebran y te dejan tirado tras pagar la matrícula. Indefensión, trampas, ratoneras sin salida, empresarios sin escrúpulos que te exprimen antes de devolverte a la calle, políticos que miran hacia otro lado o lo adornan de bonito, sindicatos con más demagogia y apoltronamiento que vergüenza.

Trabajos basura, desempleos basura, currículums basura. Y cuando el milagro se produce, es con la exigencia de que estés dispuesto a todo: puta de taller, puta de empresa, boca cerrada para sobrevivir hasta que te echen; y si tienes buen culo, a ser posible, deja que el jefe te lo sobe. Aún así, chaval, chavala, tienes que dar las gracias por los cambios de turno arbitrarios, los fines de semana trabajados, las seiscientas horas extras al año de las que sólo ochenta figuran como tales en la nómina. Y si encima pretendes mantener una familia y pagar un piso date con un canto en los dientes de que no te sodomicen gratis. Flexibilidad laboral, lo llaman. Y gracias a la flexibilidad de los cojones se han generado, dice el portavoz gubernamental de turno tropecientos mil empleos más, y somos luz y fan de Europa. Guau. Gracias a eso, también, un chaval de veintipocos años puede disfrutar de la excitante experiencia de conocer ocho empleos de chichinabo en tres o cuatro años, y al cabo verse el la calle con la mochila, buscándose la vida bajo la, lluvia.

Partiendo una y otra vez de cero. Flexibilidad laboral. Rediós. Cuánto eufemismo y cuánta mierda. A ver qué pasa cuando, de tanto flexionarlo, se rompa el tinglado y se vaya todo al carajo, y en vez de currículums lo que ese chico lleve en la mochila sean cócteles molotov.
Arturo Pérez Reverte

viernes, 1 de agosto de 2008

Estafa Martinsa FADESA: Más de la mitad de las casas no tienen licencia de obra

Más de la mitad de las 12.500 casas que Martinsa estaba construyendo carecían de licencia de obras. Es una de las graves irregularidades que han salido a la luz con la suspensión de pagos de la compañía presidida por Fernando Martín.

La fórmula a la que ha recurrido Fernando Martín no tiene precedentes en nuestro país; al menos en el caso de un empresario con su patrimonio, que otra cosa es que familias con pocos recursos se declaren judicialmente insolventes para evitar los embargos.

Los clientes de Martinsa-Fadesa creen conocer las razones que han llevado al presidente y primer accionista de la inmobiliaria a tomar esa decisión. Según han contado a Intereconomía, a raíz de la presentación del concurso de acreedores el pasado 15 de julio, han descubierto que más de la mitad de las 12.500 casas que la compañía estaba construyendo carecían de licencia de obras.

Bien porque nunca se concedió, bien porque había transcurrido más de un año sin que las máquinas iniciaran los primeros trabajos de vaciado, lo que evidencia que 2007 no fue ni mucho menos un año de fuertes ventas para Martinsa-Fadesa. De hecho, aunque sean 12.500 las viviendas inacabadas, entre las de precio libre y las VPOs, los afectados apenas llegan a los 10.000 puesto que los 2.500 inmuebles restantes nunca llegaron a venderse.

El 80% de los contratos firmados no tiene aval

Otra irregularidad con la que se ha topado buena parte de esos 10.000 afectados: los bancos se niegan ahora a ejecutar el aval por la entrada que dieron en su día -entre 20.000 y 80.000 euros, según la vivienda-. El motivo es que la inmobiliaria de Fernando Martín nunca depositó el dinero en la cuenta corriente que figura en los contratos.

Calculan las asociaciones que se han ido constituyendo en estas últimas semanas que el 80% de los contratos firmados no tiene aval. Aunque están repartidas por toda la geografía española, las promociones inacabadas de Martinsa-Fadesa se ubican sobre todo en la Comunidad de Madrid, en Galicia, en Cataluña, Valencia y Andalucía.

Solo quieren que les devuelvan el dinero

Muchas de las familias que habían comprado a un precio de entre 200.000 y 350.000 euros, ya no quieren el piso o el chalé; sólo que les devuelvan su dinero. Los que ven las obras más avanzadas, todavía albergan alguna esperanza.

El resto, la ha perdido, mas todos coinciden en el mismo diagnóstico: Fernando Martín ha suspendido pagos antes de que los administradores judiciales empiecen a tirar de la manta, a descubrir una irregularidad tras otra y decidan actuar contra el consejo de administración de la compañía con él a la cabeza.

The Big Wave

Dedicado a los que este agosto vayan a tirar de tarjeta, a atragantarse de calamares en cualquier playa o a retorcerse de gusto en alguna capital europea. Dedicado a su regreso, cuando deban hacer cola en el paro.

Miles de españoles no saben todavía que son cadáveres, no tienen ni idea de que su aparente seguridad laboral está zozobrando. Los tentáculos viscosos de la crisis acarician a todo y a todos. Los restaurantes hablan de arañazos en sus cajas, los comercios lo hacen sobre unas rebajas que parecen de juguete. En todas partes cuecen al vapor y ya no es una cuestión de altos costes en el ámbito inmobiliario, o de rentas caras para gestionar un negocio, no, el problema es que no se vende ni una flauta de caña. Y es que la expansión de la crisis está siendo brutal.

Vamos por partes y veamos el globo en el que vivimos. Por ejemplo, y por empezar con algo. La previsión de crecimiento del PIB para el año en el que estamos ha sido revisada recientemente a la baja y encuadrada en el 1,6%. Recordemos que se llegó a hablar desde el gobierno de que creceríamos al 3,2%.

Si tenemos en cuenta las cifras discutibles de la contabilidad del Estado, el crecimiento del primer trimestre que fue del 0,3%, el segundo del 0,1 y que la afiliación a la Seguridad Social ha caído un 0,5% en términos desestacionalizados y la productividad solo ha crecido un 0,2%, podemos deducir que la tasa de crecimiento del tercer trimestre rondará el -0,1% o el -0,2%. Además, si entramos en el análisis de otros factores como el consumo o la propia inversión que no hacen más que caer, los números de la segunda parte del año van a ser mucho peores.

Cada vez tengo más claro que el 2008 acabará en negativo, que no será preciso esperar al 2009 para vivir en recesión. A todo esto a uno se le viene a la cabeza eso del crecimiento corregido por el Ministerio de Economía que habla de una tasa del 1,6%. ¿De donde sale eso? ¿A quienes quieren engañar? Una cosa es que el gobierno no pueda ser catastrofista y otra que nos tomen por idiotas ¿Es lógico que el ministro mienta u oculte cifras de escalofríos? ¿Es permisible que también falseen la realidad los analistas y agentes de las grandes operativas financieras españolas? ¿Qué criterio siguen los consejos de algunos bancos para pagar a inútiles que corroboran unos números que no se aguantan ni con una ecuación de bachillerato? ¿Creen que mentir garantiza que la crisis no les arañará la cara?

Sigamos, no todo acaba con el crecimiento y su numerología de juguete, hay otros elementos para temblar e indignarse. Sin ir más lejos las cifras de paro, donde la previsión es de que a finales de año estemos en tasas del 10,4%, supone una tomadura de pelo pues al cierre de junio ya lo habíamos rebasado ligeramente. Si las cifras de desocupación son malas, peores son las de creación de empleo.

El gobierno asegura que se crea empleo. Deberían de pedir perdón por decir cosas así. Según el Ministerio de Trabajo, se han creado 22.000 puestos de trabajo más. Si se usa el método oficialmente reconocido en los países de nuestro entorno, el que se reconoce en ciencia económica básica o como de echo lo hacen en Estados Unidos, Francia, Alemania o Gran Bretaña, es decir, con el análisis desestacionalizado, sabemos que en el último trimestre la cifra real de ocupados cayó en 140.000 personas, que no deja de ser interesante compararla con la de los últimos 20 años, pues se destaca como la segunda peor.

Si tenemos en cuenta que esto no ha hecho más que comenzar, sería interesante atender a la que se nos viene encima. El ajuste de plantillas en otoño, los cierres masivos de comercios y fábricas va a poner en la calle a miles de trabajadores de todas las nacionalidades, especialmente la española. Vuelvan a llamarme agorero, apocalíptico, irracional, que me lo trago todo, pero recuerden que el paro a 31 de diciembre alcanzará el 13% según el método inventado por el INE hace un par de años que equivaldría a un 15% siguiendo métodos de cálculo parecidos a los de los años noventa. Del 2009 no es necesario hablar, ¿verdad? es fácil de prever por donde irán los tiros. El suicidio será una opción más. Será duro desprenderse del todo terreno, de la casita en la playa, de aquellas vacaciones, de aquella escuela privada, de aquel reloj, de aquellas cenas y formar cola, como un boliviano más en las oficinas del INEM.

Pero no se preocupen porque dicen que hay una solución. El ejecutivo dice que el sector exterior será el motor del crecimiento en breve. Les aseguro que hay días que lo mejor sería no levantarse, o que no se levantaran ellos. Sobre un aporte del exterior del -0,7% al crecimiento en el año 2007, dice el gobierno que en este año se pasará a uno del 0,4%. El problema es evidente y no acepta ese cálculo ni metiéndolo con torniquete. Lo único que se sabe es que en el primer semestre del año el déficit comercial que ha batido todos los récords.

También sabemos es que nadie hablará de que la hucha está llena, que gracias al superávit podremos hacer frente a la crisis. Se ha esfumado y añade leña a un fuego que arde con violencia. Unas brasas que se componen de todos los factores necesarios. Ya no sólo parte de un ajuste brutal de la economía real y macro, también ha llegado a la financiera. Los bancos y cajas españoles están navegando en dirección a la tormenta perfecta y nadie sabe como rodearla.

Por ejemplo, para esconder la recurrente lista de impagados por parte de empresas vinculadas al sector inmobiliario, esas cajas u esos bancos están aceptando suelo y viviendas a precios muy superiores al del mercado actual a fin de salvarlas de la suspensión de pagos. Lo hacen por un motivo muy simple: cuando una entidad crediticia acepta ser concurso en un ejecutivo está obligada a aprovisionar la deuda, cosa que en estos momentos demostraría el pésimo estado de dichas entidades. ¿Y que quieren que les diga? Si malo es aceptar la situación peor es obviarla. La irresponsabilidad de hacer esto supone ampliar el desajuste del sistema hasta puntos inéditos. Sin entrar en cifras brutas, a finales de 2009 la crisis financiera de este país será de dimensiones absolutamente apocalípticas, supondrá el desencaje más contundente que se haya visto hasta la fecha.

Aun todo esto, y paralelamente a la ruina social, considero que hay algunas opciones de negocio que sean capaces de reconducir a partir del conocimiento y será bueno apostar por proyectos que permitan emprender, donde el talento, la imaginación, la sabiduría financiera, el malabarismo numérico y la valentía serán requisitos extremadamente necesarios en una coyuntura como la que se avecina. Me dedico a eso, establezco las herramientas si las hay para surfear por encima de la crisis y les aseguro que cada vez se está haciendo más difícil. Las olas son gigantescas y cada vez se divisa con más claridad “the big wave”.

Bueno, quisiera decirles que ustedes escriben este blog tanto como yo que lo firmo. Si me volvieran a premiar deberían ir ustedes a recoger el galardón, pues aprendo de sus aportaciones y me sirven para establecer criterios nuevos, hacen más interesantes los posts e incrementan el número de lectores. Incluso en algunos casos he establecido escenarios de amistad con algunos. Por eso, espero y deseo que este mes de agosto puedan disfrutar de algo parecido a unas vacaciones. Háganlo, beban, coman y gasten a crédito si quieren, porque será preciso tener buenos recuerdos en la recámara. Estoy convencido de que vamos a sufrir muchísimo y, por desgracia, me da en la espina dorsal que de nuevo no me equivoco. Ya no hay marcha atrás, lo diga el que manda, el que quiere mandar, la familia de todos ellos o el párroco del pueblo.

Vaya mierda amigos…
Marc Vidal