lunes, 21 de septiembre de 2009

Proinsa entra en quiebra tras largos años de estafa inmobiliaria

Proinsa, la promotora inmobiliaria del grupo Martínez Núñez, ha comunicado al Juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid su intención de negociar un plan de pagos con sus acreedores, a los que debe más de 300 millones de euros, antes de formalizar su petición para ser declarada insolvente.

Proinsa, que forma parte del mismo grupo que la constructora Teconsa, ya en concurso de acreedores, se ha acogido a las nuevas posibilidades que ofrece la Ley Concursal, que da un plazo de tres meses para negociar un convenio anticipado de pagos con los acreedores, con el objetivo de agilizar el procedimiento posterior de insolvencia.

La empresa, con promociones en Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia, Cantabria y Andalucía, se decidió por esa solución después de que algunos acreedores hubieran solicitado el concurso necesario, que en el caso de estimarse supondría la pérdida de las facultades de gestión por parte de los administradores.

Proinsa no ha llegado a presentar la cuenta de resultados correspondiente a 2008, aunque de la información de años anteriores se desprende que la promotora se enfrentaba a vencimientos de créditos bancarios por importe de 313,4 millones de euros a partir de este año.

En el presente ejercicio tenía que haber abonado a la banca 103,7 millones de euros, mientras que para 2010 afrontaba vencimientos de 39 millones de euros y para los años siguientes, 170,6 millones.

Proinsa forma parte de un grupo fuertemente tocado por la crisis del sector del ladrillo, ya que la constructora Teconsa presentó el 1 de septiembre la solicitud de concurso voluntario de acreedores, después de que acreedores asesorados por IURE Abogados pidieran el concurso necesario.

-Leído en diario El Economista

Reyal Urbis: La estrepitosa caída de un gigante especulador

Las entidades financieras se preparan para otro gran concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos. A Real Urbis, según fuentes del sector, le ha llegado el turno. Desde que se iniciara la crisis y hasta ahora, la inmobiliaria presidida por Rafael Santamaría ha sobrevivido gracias a la mediación del grupo Santander con el resto de las entidades acreedoras de la promotora. El grupo liderado por Emilio Botín ha salido en reiteradas ocasiones en su auxilio por las relaciones históricas que le unen a la sociedad.

La Reyal de Rafael Santamaría se hizo en 2005 con Urbis, cuyo accionista mayoritario era Banesto. Desde que arrancara la crisis, Reyal ha tenido que refinanciar en dos ocasiones su deuda de más de 4.800 millones de euros ante la imposibilidad de hacer frente a sus pagos. No se vende ni un sólo piso y la empresa no ha logrado liquidez con el plan de desinversión de activos planteado por la banca acreedora. Y eso que el grupo, a través de Banesto, ha comprado a la inmobiliaria pisos por valor de 400 millones de euros para que eludiera el temido concurso de acreedores. Los bancos siempre intentan buscar soluciones antes de forzar la declaración de concurso voluntario por las enormes provisiones que les obliga a realizar y que ocasionan un daño ostensible a su cuenta de resultados.

En estas negociaciones, la intermediación del Santander con el resto de los acreedores ha sido clave para garantizar la continuidad de la sociedad. Caja Madrid, Banco Sabadell y Morgan Stanley, Royal Bank of Scotland y Barclays son algunas de las 39 entidades acreedoras de la inmobiliaria. Entre ellas, no siembre ha existido quórum para pactar nuevas condiciones para la amortización de los créditos pendientes, pero el papel del Santander había logrado hasta ahora aunar posturas.

Sin embargo, en este caso el Santander ha decidido tirar la toalla. Ya no intervendrá en el proceso de negociación con los acreedores y se sumará a la posición de la mayoría. Según fuentes cercanas a la negociación, el grupo presidido por Emilio Botín desconfía del equipo directivo de la empresa que no se esfuerza por cumplir el plan de viabilidad diseñado por los acreedores. Y tampoco ve una salida a corto plazo para los miles de pisos de la promotora ya que el mercado no presenta síntomas de mejora.

Las negociaciones entre Reyal y los acreedores se prolongarán hasta octubre. Pero si el Santander ya no protege a la inmobiliaria, previsiblemente asistiremos a otro concurso de acreedores.

- Leído en diario El Mundo