El Euribor a tres meses se ha ido hasta 4,429%, con lo que se encuentra en su nivel más alto desde mediados de enero, y muy por encima del 4,3% que marcó a finales de ese mes. El tipo interbancario a un año, la referencia de la mayoría de las hipotecas en España, alcanza ya el 4,435%, también muy por encima del 4,349% en que cerró febrero (su nivel más bajo desde abril de 2007).
Detrás de esta subida, el Wall Street Journal sitúa el próximo vencimiento -el 13 de marzo- de la última subasta de liquidez a tres meses de 60.000 millones, que ya tuvo que ser renovada en febrero. Ahora bien, el tipo a un día (overnight), aunque ha subido hasta el 4,107%, se encuentra muy lejos del 4,55% al que subió en enero. Lo cual hace poco probables nuevas inyecciones de liquidez extraordinarias por parte del BCE.
En todo caso, esta nueva tensión en el interbancario ilustra el fracaso de las medidas que ha adoptado hasta ahora Jean-Claude Trichet para devolver la normalidad al sistema financiero. "El banco central está actuando como broker en el mercado monetario, toma de un banco y se lo presta a otro, lo cual es una situación totalmente anómala", aseguraba ayer en Bolsalia Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4. "El BCE está tomando dinero a un día para prestarlo a 3-6 meses, cuando lo normal es tomar a largo plazo para prestarlo a corto", añade.
El columnista de Cotizalia S. McCoy explica que "la liquidez no hace sino dar vueltas pero no encuentra aliciente alguno para salir al mercado en forma de actividad crediticia", debido a que el tipo de interés al que el BCE retira el dinero es el mismo al que lo adjudica, lo que no incentiva la puesta en funcionamiento del dinero. La solución que propone este experto es "que los artífices de la política monetaria establezcan algún tipo de penalización que obligue a los bancos comerciales a poner el dinero a trabajar. Lo contrario es como el tiovivo".
Nadie quiere 'papel' español
Y no se trata sólo del interbancario, que en teoría resuelve la financiación a más corto plazo. Las entidades financieras tampoco pueden acudir al mercado de emisiones porque nadie quiere comprar papel en estos momentos (y menos todavía español, por la desconfianza de los inversores extranjeros en nuestra economía). La mayoría emite para quedárselo en balance y llevarlo a descontar al BCE (iban 215.000 millones en septiembre), salvo emisiones muy pequeñas que se colocan de forma privada y a unos tipos de interés muy elevados.
De hecho, Deutsche Bank estima que el volumen de titulizaciones de créditos (incluyendo hipotecas) en Europa ha caído a 16.000 millones de euros en enero y febrero frente a los 65.000 millones del mismo período de 2007. Si tomamos sólo las emisiones que se han vendido en mercado, el volumen resulta casi ridículo: 5.000 millones, su nivel más bajo en seis años.
Detrás de esta situación tenemos la continua desconfianza de los bancos en el resto del sector y el temor cada vez más generalizado a que alguna entidad acometa una liquidación global de sus activos a cualquier precio (fire sale) que hunda definitivamente los mercados. Ayer el Herald Tribune se hacía eco de la posibilidad de que UBS haya tomado esta decisión.
Si no hay liquidez en el interbancario ni en las emisiones, las entidades tienen que buscarla en los depósitos. De ahí que, en los últimos días, se haya recrudecido la ofensiva de ofertas con tipos cada vez más atractivos. Las últimas son un producto del Pastor que permite elegir el plazo de vencimiento, un depósito a nueve meses de Uno-e al 5,52% TAE (con el gancho de un 16% el primer mes) y dos estructurados de Bankinter referenciados al Ibex y a un índice de empresas de agua.
- Publicado en Cotizalia.com el 7 de Marzo de 2008
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