viernes, 1 de agosto de 2008

The Big Wave

Dedicado a los que este agosto vayan a tirar de tarjeta, a atragantarse de calamares en cualquier playa o a retorcerse de gusto en alguna capital europea. Dedicado a su regreso, cuando deban hacer cola en el paro.

Miles de españoles no saben todavía que son cadáveres, no tienen ni idea de que su aparente seguridad laboral está zozobrando. Los tentáculos viscosos de la crisis acarician a todo y a todos. Los restaurantes hablan de arañazos en sus cajas, los comercios lo hacen sobre unas rebajas que parecen de juguete. En todas partes cuecen al vapor y ya no es una cuestión de altos costes en el ámbito inmobiliario, o de rentas caras para gestionar un negocio, no, el problema es que no se vende ni una flauta de caña. Y es que la expansión de la crisis está siendo brutal.

Vamos por partes y veamos el globo en el que vivimos. Por ejemplo, y por empezar con algo. La previsión de crecimiento del PIB para el año en el que estamos ha sido revisada recientemente a la baja y encuadrada en el 1,6%. Recordemos que se llegó a hablar desde el gobierno de que creceríamos al 3,2%.

Si tenemos en cuenta las cifras discutibles de la contabilidad del Estado, el crecimiento del primer trimestre que fue del 0,3%, el segundo del 0,1 y que la afiliación a la Seguridad Social ha caído un 0,5% en términos desestacionalizados y la productividad solo ha crecido un 0,2%, podemos deducir que la tasa de crecimiento del tercer trimestre rondará el -0,1% o el -0,2%. Además, si entramos en el análisis de otros factores como el consumo o la propia inversión que no hacen más que caer, los números de la segunda parte del año van a ser mucho peores.

Cada vez tengo más claro que el 2008 acabará en negativo, que no será preciso esperar al 2009 para vivir en recesión. A todo esto a uno se le viene a la cabeza eso del crecimiento corregido por el Ministerio de Economía que habla de una tasa del 1,6%. ¿De donde sale eso? ¿A quienes quieren engañar? Una cosa es que el gobierno no pueda ser catastrofista y otra que nos tomen por idiotas ¿Es lógico que el ministro mienta u oculte cifras de escalofríos? ¿Es permisible que también falseen la realidad los analistas y agentes de las grandes operativas financieras españolas? ¿Qué criterio siguen los consejos de algunos bancos para pagar a inútiles que corroboran unos números que no se aguantan ni con una ecuación de bachillerato? ¿Creen que mentir garantiza que la crisis no les arañará la cara?

Sigamos, no todo acaba con el crecimiento y su numerología de juguete, hay otros elementos para temblar e indignarse. Sin ir más lejos las cifras de paro, donde la previsión es de que a finales de año estemos en tasas del 10,4%, supone una tomadura de pelo pues al cierre de junio ya lo habíamos rebasado ligeramente. Si las cifras de desocupación son malas, peores son las de creación de empleo.

El gobierno asegura que se crea empleo. Deberían de pedir perdón por decir cosas así. Según el Ministerio de Trabajo, se han creado 22.000 puestos de trabajo más. Si se usa el método oficialmente reconocido en los países de nuestro entorno, el que se reconoce en ciencia económica básica o como de echo lo hacen en Estados Unidos, Francia, Alemania o Gran Bretaña, es decir, con el análisis desestacionalizado, sabemos que en el último trimestre la cifra real de ocupados cayó en 140.000 personas, que no deja de ser interesante compararla con la de los últimos 20 años, pues se destaca como la segunda peor.

Si tenemos en cuenta que esto no ha hecho más que comenzar, sería interesante atender a la que se nos viene encima. El ajuste de plantillas en otoño, los cierres masivos de comercios y fábricas va a poner en la calle a miles de trabajadores de todas las nacionalidades, especialmente la española. Vuelvan a llamarme agorero, apocalíptico, irracional, que me lo trago todo, pero recuerden que el paro a 31 de diciembre alcanzará el 13% según el método inventado por el INE hace un par de años que equivaldría a un 15% siguiendo métodos de cálculo parecidos a los de los años noventa. Del 2009 no es necesario hablar, ¿verdad? es fácil de prever por donde irán los tiros. El suicidio será una opción más. Será duro desprenderse del todo terreno, de la casita en la playa, de aquellas vacaciones, de aquella escuela privada, de aquel reloj, de aquellas cenas y formar cola, como un boliviano más en las oficinas del INEM.

Pero no se preocupen porque dicen que hay una solución. El ejecutivo dice que el sector exterior será el motor del crecimiento en breve. Les aseguro que hay días que lo mejor sería no levantarse, o que no se levantaran ellos. Sobre un aporte del exterior del -0,7% al crecimiento en el año 2007, dice el gobierno que en este año se pasará a uno del 0,4%. El problema es evidente y no acepta ese cálculo ni metiéndolo con torniquete. Lo único que se sabe es que en el primer semestre del año el déficit comercial que ha batido todos los récords.

También sabemos es que nadie hablará de que la hucha está llena, que gracias al superávit podremos hacer frente a la crisis. Se ha esfumado y añade leña a un fuego que arde con violencia. Unas brasas que se componen de todos los factores necesarios. Ya no sólo parte de un ajuste brutal de la economía real y macro, también ha llegado a la financiera. Los bancos y cajas españoles están navegando en dirección a la tormenta perfecta y nadie sabe como rodearla.

Por ejemplo, para esconder la recurrente lista de impagados por parte de empresas vinculadas al sector inmobiliario, esas cajas u esos bancos están aceptando suelo y viviendas a precios muy superiores al del mercado actual a fin de salvarlas de la suspensión de pagos. Lo hacen por un motivo muy simple: cuando una entidad crediticia acepta ser concurso en un ejecutivo está obligada a aprovisionar la deuda, cosa que en estos momentos demostraría el pésimo estado de dichas entidades. ¿Y que quieren que les diga? Si malo es aceptar la situación peor es obviarla. La irresponsabilidad de hacer esto supone ampliar el desajuste del sistema hasta puntos inéditos. Sin entrar en cifras brutas, a finales de 2009 la crisis financiera de este país será de dimensiones absolutamente apocalípticas, supondrá el desencaje más contundente que se haya visto hasta la fecha.

Aun todo esto, y paralelamente a la ruina social, considero que hay algunas opciones de negocio que sean capaces de reconducir a partir del conocimiento y será bueno apostar por proyectos que permitan emprender, donde el talento, la imaginación, la sabiduría financiera, el malabarismo numérico y la valentía serán requisitos extremadamente necesarios en una coyuntura como la que se avecina. Me dedico a eso, establezco las herramientas si las hay para surfear por encima de la crisis y les aseguro que cada vez se está haciendo más difícil. Las olas son gigantescas y cada vez se divisa con más claridad “the big wave”.

Bueno, quisiera decirles que ustedes escriben este blog tanto como yo que lo firmo. Si me volvieran a premiar deberían ir ustedes a recoger el galardón, pues aprendo de sus aportaciones y me sirven para establecer criterios nuevos, hacen más interesantes los posts e incrementan el número de lectores. Incluso en algunos casos he establecido escenarios de amistad con algunos. Por eso, espero y deseo que este mes de agosto puedan disfrutar de algo parecido a unas vacaciones. Háganlo, beban, coman y gasten a crédito si quieren, porque será preciso tener buenos recuerdos en la recámara. Estoy convencido de que vamos a sufrir muchísimo y, por desgracia, me da en la espina dorsal que de nuevo no me equivoco. Ya no hay marcha atrás, lo diga el que manda, el que quiere mandar, la familia de todos ellos o el párroco del pueblo.

Vaya mierda amigos…
Marc Vidal

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